Cuando hablamos de energía renovable, solemos pensar en paneles solares, aerogeneradores o baterías de almacenamiento. Pero la energía más transformadora es la que nace de las personas.

Con esa visión, Naiad y FUNDAP han puesto en marcha el proyecto Impulso Naiad, una iniciativa que busca abrir nuevas oportunidades de empleo y emprendimiento en Guanagazapa, un municipio de Escuintla con enormes desafíos sociales.

El modelo es innovador: bootcamps de 12 días en los que jóvenes y mujeres aprenden un oficio práctico, nociones de negocio y otras competencias profesionales que les permitirán dar el salto hacia la independencia económica. Todo ello, en un entorno de inmersión total que refuerza la motivación y la confianza.

Tras la formación, los participantes reciben un acompañamiento de tres meses para vincularlos con empresas locales, entre ellas proyectos de energías renovables que están creciendo en la región, como Krystal Solar, desarrollado por Naiad.

Este proyecto es una muestra de cómo las alianzas estratégicas entre sector privado y organizaciones sociales pueden multiplicar el impacto: se generan empleos, se impulsan la actividad empresarial y, al mismo tiempo, se fortalece el tejido social.

La energía limpia no solo ilumina hogares. También puede iluminar futuros.